18 jun 2008

PIERROT NEGRO

Autor: Leopoldo Lugones
Dirección: Adelaida Mangani
Intérpretes: Grupo de Titiriteros Música: Gabriel Adamo y Adelaida Mangani
Sala: Casacuberta

Crítica: Bella parábola sobre el amor y las utopías, acentúa lo lírico de la obra de Leopoldo Lugones.

JUAN GARFF
Pierrot está dispuesto a alcanzar la Luna, con tal de recuperar el amor de Colombina, quien se dejó seducir por la risa fácil de Arlequino. Quiere recuperar también la proverbial blancura de su traje y rostro, que perdió en un tacho de pintura, con lo que quedó expuesto a la burla y el desprecio de su amada.
La puesta en escena de Adelaida Mangani con el Grupo de Titiriteros del San Martín apela a la técnica del teatro negro para resaltar el claroscuro en que se debate el conflicto de Pierrot. Imágenes de gran pureza estética describen su itinerario a través de inútiles pruebas con quitamanchas de tintorero e infructuosos pases de alquimista. La tintura negra no sale y el recuerdo del amor perdido tampoco se borra ni siquiera ante la presencia de ondinas, ninfas y la sílfide, una más bella que otra. Sólo queda la Luna como fuente de blancura en un horizonte que aparece inalcanzable y resulta finalmente inútil. Aunque el solo hecho de buscarla tal vez conmueva el corazón de Colombina.
Mangani repuso Pierrot negro, que había estrenado en 1988 con el mismo Grupo de Titiriteros, acentuando el tono lírico que le otorgan los muñecos con su libertad de movimiento al relato de Leopoldo Lugones, incluido como un texto para pantomima en su Lunario sentimental. Dos cupidos son los encargados de narrar la historia tal como la escribió Lugones, contrastando en su alegre barroquismo cargado de humor con el ascetismo de la imagen del Pierrot. Cumplen a la vez con un viaje imposible a través del tiempo, que no estaba planteado originalmente, al hablar uno de ellos con la voz de Ariel Bufano.
El creador del Grupo de Titiriteros, fallecido en 1992, sabía como pocos que buena parte del mágico efecto de dar vida a un objeto pasaba por prestarle la voz justa que corresponde al personaje. La economía del texto se ve correspondida por la precisión de la puesta, que juega con contrastes de gran potencia expresiva, como la caída desde la aridez de la Luna al colorido y bucólico parque poblado de parejas enamoradas.
El vuelo de Pierrot es el mismo de los títeres, capaces de conmover los corazones en esta parábola onírica sobre el amor y las utopías.

4 comentarios:

Liliana Celeste Flores Vega dijo...

Yo conozco la poesía de Leopoldo Lugones... ignoraba este relato Pierrot, habrá de buscarlo y leerlo ^^

Y cuando es la puesta de escena? donde? cuanto cuesta ^^

Liliana Celeste Flores Vega dijo...

Mas de Leopoldo:

http://www.babab.com/no08/leopoldo_lugones.htm

Liliana Celeste Flores Vega dijo...

Y mas cosillas:

Alfonsina Storni también escribió piezas de teatro infantil, un total de seis. Entre ellas, la más famosa es Blanco... negro... blanco... inspirada en «El pierrot negro» de Leopoldo Lugones, incluido en el Lunario sentimental. La verdad es que está construida casi enteramente sobre el esquema de la versión de Lugones, aunque en forma de verso, con la gracia de las piezas infantiles, y acompañada de pasajes musicales.

http://cvc.cervantes.es/actcult/storni/cronologia/cronologia03.htm

Mary dijo...

OOOOH, GRACIAS!!!
Estaba buscando más info de esta pieza... ahora mismo voy a leerla!